Mi café a través del tiempo: a timeline
Passion Project: Mirándome por dentro #39 | Garabatos autoexploratorios
Mirándome por dentro, es una serie limitada de listas ilustradas que comparto semanalmente sobre cosas que me gustan, deseos, curiosidades, cosas que me han ocurrido, emociones, situaciones, entre otras cosas. Para ver otros posts de esta serie haz click aquí.
Antes de continuar hagamos un minuto de silencio en honor a todos los cafés que no acabaron en la ilustración de hoy ya sea por falta de espacio o porque quedaron enterrados en mi frágil memoria.
Ok. Ahora sí.
Me encanta ver cómo objetos o hábitos tan mundanos como el café dicen tanto de mí y de las distintas etapas de mi vida en las que estuvieron presente. El café pasó a ser (para mí) de una sustancia asquerosa y amarga a un vicio necesario para estar alerta y luego a un ritual/experiencia. Ya no lo necesito para tener energía, pero sí para pausar y levantarme la moral con algo que disfruto y que ya es parte de mi blueprint.
Lo más “viejo” que recuerdo de mi relación con el café, además de cómo lo preparaba mi abuela en la greca y hervía la leche en la cacerolita, es cuando en aquellos tiempos de universidad no contaba con $ para comer fuera pero tampoco me ocupaba de llevar algo de casa y usaba el café para engañar el hambre. Esta práctica se acabó cuando vi a un empleado rellenando la máquina de café y me percaté de lo asquerosa que estaba por dentro. Imaginé a los ratones en las noches haciendo fiesta y ya no lo vi tan atractivo ni conveniente. Lo mismo me pasó con el café de Walgreens. Quedaba uno cerca del trabajo y todas las compañeras nos hookeamos con el “french vainilla”. Lo bebíamos por galones. Hasta que una conocida que trabajaba allí me mencionó las prácticas poco higiénicas con las máquinas de café. Lo mismo podrían decirme de los demás lugares en los que consumo y compro café pero… ojos que no ven… ¿o no?
En la entrega mensual sobre febrero, donde compartí fotos de mi diario ilustrado y otros proyectos creativos, mencionaba cómo las formas de hacer café marcaban cambios en mi vida y no me había dado cuenta. Y no me ha quedado más que da mi teoría por cierta precisamente ahora que estoy con un pie fuera de mi trabajo y mi esposo me regaló una cafetera nueva por mi cumpleaños. Confío en que los cambios serán para bien, aunque de momento toque transitar momentos incómodos y de incertidumbre.
Gracias por haberme acompañado en esta entrega y por apoyar este proyecto. Si quieres conversar sobre el tema de la ilustración, déjame un comentario. Si crees que esto le puede gustar a alguien: compártelo.
Si este es el primer post que lees te cuento que ocasionalmente comparto entregas relacionadas a algún Passion Project en el que me encuentre trabajando. Un Passion Project es un proyecto que una persona lleva a cabo por su propio interés, pasión o entusiasmo, más que por motivos profesionales o económicos. Por lo general mis PP giran en torno a ilustración, documentación del cotidiano y escritura creativa. Algunos son a corto plazo o tienen una cantidad limitada de “deliverables”, mientras que otros se convierten en prácticas recurrentes.
The GrownUp Creative es un espacio para mirar el cotidiano desde la introspección y la atención plena, y preservarlo a través de la escritura y elementos visuales. Por aquí ando explorando la vida como una persona introvertida, ansiosa, sensible y creativa que lucha contra los “se supone”.
Nada como el café. Negro y sin azúcar (maybe con un poco de miel). Muy buen post. Me gusta esa idea de explorar tu propio timeline a través del gusto. Btw, el café malo de cafetería de PR es way better que el mejor café de cafetería de Estados Unidos lol. So far, en todos los estados que he visitado (y en los dos que he vivido) un buen café de cafetería es una rareza. ¡Pero como uno se lo toma no matter how bad it is, cuando ace falta!