En las últimas semanas de julio me topé en Instagram con una cita de Georgia O’Keeffe que resonó de inmediato: “I have done nothing all summer but wait for myself to be myself again.”. Mientras más la repetía más me daba cuenta que “all summer” se quedaba corto respecto al tiempo que en realidad he estado waiting to be myself again. Y aunque “I have done nothing” no lo tomo de forma literal, cuando pongo todo en perspectiva pues sí se siente como si no hubiese hecho nada para cultivar los hábitos y prácticas que sé que necesito para sumarle a la vida que quiero vivir (que a veces ni sé cuál es).
Por supuesto eso generó muchas otras reflexiones y preguntas que si discuto aquí no termino, pero me dio gusto haberme encontrado con esa frase y quería compartirla contigo.
La primera mitad del mes se resumió en ir al gimnasio, hacer journaling en coffee shops, leer Cien años de soledad, tener COVID, cuidar a mi sobrina un día a la semana, hacer diligencias y pasar tiempo haciendo tareas domésticas (solo las ultra necesarias para mi paz mental).
Por otro lado, la segunda parte del mes fue intensa (según mi medidor personal de intensidad, por supuesto) en parte gracias a mi estatus de desempleada que me permitió hacer cosas que trabajando no hubiese podido.
Abandoné el gimnasio y desatendí mis proyectos (temporeramente) pero hice muchas cosas comparado con meses anteriores: salir corriendo a comprar ropa apropiada para entrevistas de trabajo, ir a entrevistas de trabajo, llevar a Joy al veterinario a por sus vacunas anuales, la visita de mi hermana que vino de Orlando, aprovechar que mami estuvo de vacaciones para compartir con ella, prepararme para unas mini vacaciones en NYC, entre otras cosas más habituales.
Meses como este me sirven para reafirmar mi necesidad de establecer rutinas y para hacerme consciente de mi extraña costumbre de detener mi vida cuando me visita la incertidumbre. En este caso, incertidumbre por no saber aún el resultado de las entrevistas de trabajo y por estar consciente de que hay personas con quienes quería compartir pero que también tenían sus agendas por lo que quedo a la expectativa para coordinar encuentros.
Siento que me fallo a mí misma cuando espero por los demás (aún cuando nadie me ha pedido que lo haga), cuando siento que debo poner en pausa mi cotidiano mientras gano claridad sobre algo de lo que no tengo certeza o cuando permito que el no tener el control de ciertas cosas me limite.
Me encantaría poder continuar con mis hábitos y mis pendientes ante la posibilidad de cambios de planes en lugar de sentarme a ver telenovelas de los 90s en YouTube (currently watching: El privilegio de amar) mientras espero a que otros me confirmen lo que se va a hacer. Me gustaría poder seguir con mis rutinas, un día a la vez, y cuando surjan otras cosas, ser capaz de decidir hasta donde voy a modificar mis planes para hacer espacio para aquello que no tenía contemplado.
¿Te has sentido así alguna vez? A mí me desespera verme en este letargo, reconocerlo y no ser capaz de hacer nada. A eso me refería cuando te compartí la cita al principio de esta entrega, a la infinita espera que cuando no es por una cosa, es por otra.
Sin embargo, me agradezco haberme permitido hacer todas las cosas que hice, haberme permitido transitar este mes fuera de mi zona de comfort y conectar con personas que no suelo ver con tanta frecuencia. Así que me perdono por no haber sacado el tiempo que hubiese querido para mis proyectos ni para recopilar tesoros que hubiese podido compartirte hoy aunque no me los hayas pedido.
Favoritos de julio (y no Iglesias)



Proyectos creativos
Diario Ilustrado
Este mes quise intentar algo diferente. Más bien experimentar con colores y hacerlo de una sola sentada cada semana. Te confieso que no me gustó. No me gusta como se ve ni me sentí a gusto haciéndolo todo de una vez versus sacar unos minutos cada día y completar una entrada sencilla. Claro que me siento contenta de haber documentado el mes en este proyecto y de haberme permitido explorar otros estilos. Pero al menos para este proyecto volveré por ahora a como lo hacía antes: sentarme cada mañana y hacer 1-3 doodles/texto sobre lo que haya pasado el día anterior.
Life Book
Este mes vi un balance entre fotos de comida, fotos de personas y fotos del cotidiano en casa. Es a lo que aspiro con este proyecto pero que no siempre se da. He notado que cuando no presto atención a mi vida acabo con una galería llena de fotos de comida y pocos recuerdos sobre lo que viví esa semana. Aunque por lo general tomo notas todos los días sobre lo que quiero recordar, cuando no lo hago con constancia suelo usar las fotos como punto de partida. Entonces si solo tengo fotos de comida como que se me complica la cosa.
Este mes no fui constante con mi documentación diaria y me preguntaba porqué. Si no me toma ni 5 minutos al día y si conozco los beneficios de llevar estos registros, ¿por qué hay períodos en que me cuesta tanto? Aunque puede ser por otras cosas, pienso que cuando me desconecto de la documentación diaria es porque estoy evitando algo de mi vida, porque no quiero enfrentarme a lo que me está ocurriendo en tiempo real.
Ahora que estoy consciente de eso, creo que puedo buscar otras maneras de conectar con el proyecto en momentos como los que he estado viviendo últimamente. De todas maneras, me agradezco el esfuerzo que siempre hago para hacer catch up y sin importar la información que tenga o que falte, hacer que el proyecto exista semana tras semana.
Avisos parroquiales
Antes de irme te cuento que en julio también creé un nuevo newsletter en el que espero poder expresarme a través de la escritura introspectiva en lugar del “remix” que tengo aquí en The GrownUp Creative.
Reluctant Beginner: Reflexiones esporádicas sobre los desafíos y aprendizajes de haberme tardado tanto en conocerme, de cuestionármelo todo, de negarme a ser principiante y de transitar una vida que a menudo está condicionada por el miedo, la vergüenza y las creencias limitantes.
Aún no he publicado nada pero di el primer paso: decidir un nombre y una descripción, crearlo y hacerle un loguito. Allá voy a enfocarme más en escribir e intercalar una que otra foto si el texto lo amerita. Acá se quedarían mis passion projects y reflexiones sobre los logros, retos y struggles de mis procesos de expresión creativa.
Si quieres acompañarme allá también, puedes hacerlo aquí.
Gracias por haber llegado hasta aquí y por apoyar este proyecto. Si quieres conversar sobre alguna de las cosas que compartí en esta entrega, déjame un comentario o escríbeme. Si crees que esto le puede gustar a alguien: compártelo.
¡Hasta la próxima!
The GrownUp Creative es un espacio donde miro mi cotidiano desde la introspección y la atención plena, y muestro cómo lo preservo a través de la escritura y elementos visuales. Por aquí ando explorando la vida como una persona introvertida, ansiosa, sensible y creativa que lucha contra los “se supone”.
Eso de dejar mis rutinas de lado por los demás u otras cosas relacionadas a lo externo me pasa todo el tiempo! Me doy cuenta cuando por 5 días (o más!) no soy constante con algún hábito de mi tracker. Es horrible. Pareciera que cuando se trata de nosotras no tenemos el mismo nivel de compromiso que con los demás — para analizarlo!
Qué lindo experimentar cosas nuevas en tu diario ilustrado! Yo también había pensado meter color pero hay algo del blanco y negro que me encanta ♥ así que empecé a hacer pequeños bosquejos en mi cuadernito de acuarelas, también como para "forzarme" a pintar más sin la necesidad de hacer una ilustración per se.
Ya suscripta a Reluctant Beginner ♥ Entusiasmada por leerte por ahí! :D